Más de 3 millones de españoles sufren patologías poco comunes según la Federación de Enfermedades Raras (FEDER)
Cuántas veces el famoso doctor House se obsesiona en cada
uno de sus casos hasta dar con el pronóstico bueno. En ellos, siempre se interponen
numerosos obstáculos de los que magníficamente sale ileso. Pero en ocasiones no
todo le resulta tan fácil. Si pasado un tiempo sigue sin un diagnóstico claro,
le viene a la cabeza la misma pregunta. ¿Será Lupus? A Victoria del Pilar
Martínez Rodríguez, fiel seguidora de la serie, jamás le interesó saber que era
eso de Lupus, hasta que a principios de mayo de 2010, éste se le cruzó en su
camino.
La estudiante de Biología de la Universidad de San Vicent del Raspeig
(Alicante), Victoria, siempre había tenido una vida de lo más sencilla. Hasta que de
pronto empezó a notar una serie de cambios en su cuerpo. Las articulaciones de
brazos y manos se le inflamaban, le salían erupciones cutáneas por todo el
cuerpo. Se le caía el cabello y el vello de piernas, brazos y cejas. “Estuve casi un año sin depilarme, pues no me salía nada”, asegura.
El cansancio
continuo y la depresión se apoderaban de ella poco a poco. “Lloraba sola en mi
habitación sin saber por qué. No era consciente de qué me pasaba”, explica.
Fue entonces cuando tras estar demasiado tiempo de médico en médico,
decidió acudir a uno privado. Le dijeron que podría ser una reacción alérgica
debido a la psoriasis, depresión o quizás un tumor en las glándulas suprarrenales.
Hasta que llegaron a un punto clave: los análisis mostraban una anomalía en los
linfocitos T, encargados del sistema inmunológico.
Tenía lupus. El mismo día
que le diagnosticaron la enfermedad ingresó en el Hospital de la Marina Baixa.
“Ahora hago una vida sin excesos pero totalmente normal. Sólo tengo que tomar
siete pastillas al día”, comentó entre risas.
Algo más que un número
Como ya decía Tito Macio Plauto, “Homo homini lupus est”. ¿Cómo es
posible que el hombre sea un lobo para el hombre? Esto mismo pensó Victoria.
Que su sistema inmunológico, aquel que de forma natural debe evitar la
intrusión de organismos extraños que le causen enfermedades, hace ahora una función
muy distinta. Le ataca a los tejidos sanos como si se tratasen de cuerpos
ajenos a él. En torno a 40.000 personas sufre nesta enfermedad en España, tan sólo
el 8% de la población total, según datos de la Federación Española de Lupus
(FELUPUS). Aunque este porcentaje pueda parecer muy bajo, la SER (Sociedad
Española de Reumatología) afirma que siete nuevos casos son diagnosticados cada
año en ciudades con más de 100.000 residentes. Solamente la ciudad
de Alicante, con 334.000 habitantes,
cuenta al año con 23 enfermos más afectados por lupus.
En
la provincia de Alicante hay un total de once hospitales, de los cuales sólo
dos tienen suficientes especialistas para atender a los pacientes, tal y como
marcan las normas de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Diego
Gómez Gallego, Médico Interno Residente del Hospital General Universitario de
Alicante en la especialidad de Reumatología, muestra su descontento. “Los
recortes impuestos por la Conselleria están empeorando mucho la Sanidad
alicantina”, comenta. “Hay menos personal, menos presupuesto y menos calidad en
las atenciones personalizadas de los enfermos”, explicó.
Gómez
también participó los pasados días 2 y 3 de marzo en el XV Congreso de la
Sociedad Valenciana de Reumatología (SVR) que se celebró en la Diputación de
Alicante. En él se recomendó que debería operar un reumatólogo por cada 40.000
o 50.000 habitantes. “Tanto nuestro hospital como el de Elche cumplen con estos
requisitos. Sin embargo, otros nueve de la provincia no”, aclaró el
reumatólogo.
Una
encuesta realizada por la FEDER muestra que tras los recortes, el 40% de los
pacientes ha notado un cambio muy significativo a peor en la atención
sanitaria.
Un ejemplo más para todos
La
Comunidad Valenciana es la segunda comunidad autónoma más endeudada de toda España,
con un déficit de 1.057 millones de euros. Más de cinco millones valencianos sufrirán
las consecuencias de los recortes impuestos por la Generalitat Valenciana. En
total 526,5 millones de euros anuales serán ahorrados en Sanidad, casi el 50%
del ahorro global.
Victoria
es sólo un caso concreto, una de estos millones valencianos afectados. Fue
diagnosticada de lupus cuando tenía 18 años. Hoy lleva casi dos con la
enfermedad. Pero aún le queda lo más difícil, soportarla el resto de su vida. No
espera ser tratada como una reina ni tampoco que la vida sea fácil. Tan sólo
quiere tener una vida digna. Una vida que únicamente puede ser decente si no se
le privan de sus derechos básicos y fundamentales: el derecho a tener una Sanidad pública que le ayude en caso de necesitarlo.